sábado, 14 de diciembre de 2019


EL AÑO 2019. CUARTA FASE

Con la siguiente interrogante concluí la tercera fase de largo trabajo intitulado “EL AÑO 2019” y ella fue: ¿Por qué la similitud del proceso destructivo del país con el proceso constructivo de una edificación?

La anterior pregunta puede tener varias respuestas. Si fuera mi propósito, esta fase sería el prólogo de dos o tres más, lo cual no es la idea. Aquello del probable fastidio generado por la repetición de argumentos e ideas expuestas con anterioridad, tanto las propias como la de otros opinadores, se debe tener en cuenta para aligerar la carga del contenido de los escritos. No escurro el bulto. Estoy intentando sintetizar en pocas palabras, veinticinco (25) años de enumeraciones; registros; documentaciones; contabilizaciones y acopios. Lo haré con esta interrogante ¿Leyó alguna vez las siguientes transcripciones?

1.    “La conquista del PODER por la CLASE OBRERA es solo el comienzo de la revolución proletaria, en que el PODER SE UTILIZA como palanca para reestructurar la vieja economía y organizar otra nueva”.
2.    “El período de transición abarca toda una época histórica, durante la cual se transforman radicalmente todas las relaciones sociales, se DESTRUYE LA VIEJA BASE, la BASE CAPITALISTA, y se crea otra nueva, la BASE SOCIALISTA que garantiza el desarrollo de las fuerzas productivas, necesarias para EL TRIUNFO DEL SOCIALISMO”.
3.    En la lucha contra las tradiciones de la PROPIEDAD PRIVADA y contra la influencia de la BURGUESÍA se REEDUCAN las masas pequeñoburguesas y todo el pueblo en el espíritu socialista”.

Las anteriores ideas forman parte de una obra sobre Economía Política. En ella se comparan los dos sistemas económicos en pugna: el socialismo liderado por la Unión de Repúblicas Socialistas Soviéticas (URSS), encabezada por Rusia en la fecha de la publicación del libro y el capitalismo, representado por los Estados Unidos de Norteamérica. Ahora, si es su gusto regrese a las transcripciones. Note lo resaltado en negrillas y compare con las vivencias de los años recientes y continúe leyendo, por favor.

La clase obrera conquistó el PODER mediante una jornada electoral ya sabida, con sus candidatos y resultados. El actual Presidente de la República es una ficha de la clase obrera por haber trabajado como conductor de vehículos de transporte público. Antes de ocupar el actual cargo, fue a un entrenamiento en Cuba durante el ejercicio del cargo de Ministro de Relaciones Exteriores.

¿Recuerda Usted que en los primeros años del gobierno de Chávez se dictó una sentencia del TSJ con ponencia del Magistrado Delgado Ocando en la cual se declaraba que la Constitución aprobada en el año 1999 estaba en una etapa de transición? Si lo recuerda, comprenderá entonces porque no ha avanzado, pero si se ha retrasado el país. Se está en un larguísimo “período de destrucción de la llamada base capitalista”, incluyendo al capital humano cuya edad superó los 40 años durante este período.
¿Recuerda aquel evento televisivo en el cual Chávez aparecía “impartiendo conocimientos” a unos niños en presencia del entonces Ministro de Educación, el profesor Aristóbulo Isturiz y “el error” gramatical del verbo Adquirir en esa transmisión televisiva?
Aquello no fue una casualidad. Se quería demostrar que el sistema democrático no es el adecuado para educar al proletariado y nadie mejor que el Presidente para demostrarlo, sobre todo porque él era un producto de ese sistema.

En fin, es “demasiada extensa” la memoria acumulada para transcribir. Son demasiadas las preguntas para responder. Son demasiadas las cuartillas escritas y revisadas, leídas y reflexionadas sobre el asunto. Son demasiadas las frustraciones acumuladas por este conglomerado social venezolano. Son cantidades inmensas de adioses en el interior de los dormitorios de papás y mamás, de esposas y esposos, de amigos y colegas. Son prolongadas las filas de “hambrientos de esperanza”, de “hambrientos de pan nuestro de cada día”. Son lentas y burocráticas las gestiones a realizar en los organismos públicos para avanzar en el progreso.

EL AÑO 2019. ÚLTIMA FASE

Es evidente que, en este documento falta tela por cortar, pero también faltan otras cavilaciones y expresiones de otro orden acerca del “modo de vida del venezolano del siglo XXI”. Todas ellas como resultado de un proceso político ideológico planeado detalladamente para virar a la Nación hacia una economía en principio socialista, pero cuya etapa final es el comunismo.

La América incrustada en el globo terráqueo desde el Estrecho de Bering hasta el Cabo de Hornos es predominantemente de habla hispana. Solo Canadá, Estados Unidos y Brasil son de un habla distinto al español. Los latinoamericanos surgen de un proceso de “conquista”, mientras que los gigantes norteños, excepto México, surgen de una colonización con claras diferencias al latinoamericano. En los latinos la idea del “hombre todopoderoso” permanece en los genes, como una marca indeleble. Si no es uno, son grupos de ellos y así surgen los hombres de “cachucha” como se ha percibido. Los latinos no son ganados a establecer por las vías del aprendizaje, las “diferencias conceptuales entre las ideologías de lo que significa el mandato”.

Venezuela es un país relativamente joven, con unos intermitentes lapsos de “asentamiento político ideológico”. Se ha pasado por las manos del mando militar, más del tiempo que del civil. Pero es el civil quien no termina de imponerse sobre el militar. Probablemente ocurre por la creencia de la gente de que los civiles no tienen carácter, fuerza, don de mando y, por el contrario, los militares si la cargan encima o ¿será tal vez que nos falta un gen?

Se vivieron cuarenta años (40 a) de democracia no cuidados en los últimos 10 años. Sobre este sistema de gobierno siempre pendió una espada de Damocles: la constante amenaza de la Revolución Cubana al mando de Fidel Castro. Siempre hubo un “atentado” contra la vida democrática, fuera por la afinidad de militantes de partidos políticos con el Comunismo Internacional, fuera por la creencia de la existencia de una deuda eterna con los militares por haber librado batallas para consolidar la Independencia. Siempre hubo una “envidia” por la suerte de vivir de la explotación petrolera y de los altos precios del “oro negro” generados por cualquier conflicto bélico en el Medio Oriente. A la par, los asiáticos comenzaron a “independizarse educacional, tecnológica e industrialmente sin perder la esencia de sus tradiciones”, mientras Latinoamérica se debatía entre la “igualdad social impuesta” o el crecimiento de sus particulares economías. Y cada nación ubicada entre la margen sur del Rio Bravo y el Cabo de Hornos tiene su karma.

Lo sembrado en el pasado, se cosecha en el futuro. Una golosina del mercado mundial del petróleo por la “Guerra de los 7 días” abrió las compuertas para una “borrachera de dinero” para el cual no se estaba preparado. Era el primer período de Carlos Andrés Pérez, el del slogan publicitario: “ese hombre si camina” y se supo, al término de su mandato, de un “país hipotecado”. Con el correr de los años se inició el debilitamiento continuo del poder adquisitivo de la moneda de curso legal, el bolívar. Con el correr de los años, la “conchupancia” entre factores de los partidos políticos para NO sancionar severamente los actos de corrupción se hizo evidente. Con el correr de los años, los favoritismos mellaron paulatinamente la credibilidad de las instituciones y exponenciaron la desconfianza en el sistema electoral, político y económico de la Nación. Todo se sabe, es verdad.

Lo que nunca se supo, también es verdad, es que el comportamiento de la sociedad civil venezolana en todos sus estamentos fue sigilosamente auditado por los rivales del sistema de partidos. A partir de ahí, las instituciones fueron progresivamente desmanteladas y la “comunidad de intereses de ocasión” crecieron aceleradamente. Los agentes del NO partidismo encontraron nichos de promoción estelar en los medios y el país se endeudó hasta la coronilla.
El primer intento de corregir los defectos acumulados por los gobiernos encabezados por gente de la generación del 28 fue abatido por una ola de saqueos, el 28 y 29 de febrero de 1989. Casualmente, “una revuelta popular independiente” como aquella no se ha vuelto a general aun cuando los motivos son similares: aumentos desmedidos del costo de la vida. Conduce a deducir, entonces, que no fue un movimiento de masas espontáneo. Fue cronológicamente cronometrado.
De allí en adelante, todos conocen la Historia.

La propuesta chavista jurada a Fidel Castro en el Teatro de La Habana de llevar a Venezuela al “mar cubano de la felicidad” se cumple cronométricamente. Son veinte años (20 a) jugando con cartas escondidas. Son dos décadas de “venganza” por no haber adoptado el comunismo como esencia política cuando Fidel le pidió a Rómulo Betancourt, Presidente de la República, recursos monetarios para la exportación de la Revolución Cubana. Son doscientos cuarenta (240) meses imponiendo una forma de pobreza superada por otros países. Son siete mil trescientos cinco días (7.305 d) reiterando el mismo discurso sobre las “culpas del imperialismo estadounidense”. Es el mismo LP que escuché cuando era estudiante de Secundaria en la década de los ’60; estudiante universitario de los ’70; profesional de la Ingeniería Civil de los ’70, ’80, ’90 y del siglo XXI. Y el progreso de la Patria va en los lomos del caballo blanco del Escudo Nacional, pero corriendo hacia atrás o en sentido contrario al original.

Cualquier Nación trasciende el tiempo finito del hombre. Hay hombres constructivos y, también los hay destructivos. La historia de los países es la registrada por cronistas e historiadores que la irán contando y recordando.
Destruir una forma de vida política llena de imperfecciones, como todas las obras de los humanos, para imponer otra que “se inventaría hasta lograr la perfección” es entrar en el edificio de la Historia, pero por la puerta de atrás. También es una demostración de una severa falta de análisis lógico y someter a una sociedad a un proceso permanentemente incierto.
Imagínese la destrucción del “modo Venezuela” para que el nuevo se asemeje al “modo Cuba”, lleva veinte años (20 a) y no ha concluido. Calcule cuánto tiempo más puede durar la construcción de ese “incierto socialismo del siglo XXI”.

Hoy en día, es materialmente imposible recorrer las calles de los pueblos, las avenidas de la ciudad, la autopista que enlaza una ciudad con otra. Comunicarse con los familiares residentes en otras latitudes está vedado para los venezolanos. Utilizar el servicio de la internet es una odisea, implica esclavizarse a la herramienta hasta tanto la señal sea la adecuada para ver “si el gallo puso”. Tener servicio continuo de electricidad es otra hazaña, sobre todo porque el “racionamiento impuesto” denota irrespeto para con la población. Trasladarse en transporte público es una aventura; los de los entes oficiales están dañados y las tarifas del servicio privado solo sirven si se paga con billetes de 500 BsS. El servicio de agua potable es deficiente en la provincia y se privilegia el suministro del vital líquido mediante camiones cisternas.

En síntesis, la revolución bolivariana es en esencia, el socialismo del siglo XXI prometido por Chávez que los venezolanos compraron. Esta promesa me recuerda tanto el argumento “de los espejitos ofrecidos por los conquistadores españoles a los indios venezolanos” que, realmente es difícil, cuesta arriba, decidir cuál de los dos es la mayor estafa, el mayor engaño.

Los varguenses dejarán de ser varguenses para ser guaireños. A partir, de la aprobación y puesta en vigencia del cambio de nombre, los civiles dejaran de recordar que el nombre de su estado honraba al primer presidente civil, quien además era médico para recordar que un militar propuso un cambio de nombre al estado que hace veinte años perdió a muchos de sus habitantes
En la próxima centuria, Chávez y Maduro como cabezas visibilizadas de este régimen serán recordados como los “individuos” cuyo fanatismo conformaron un “monstruo destructivo” muchísimo mayor y más dañino que la acumulación de plástico en los mares, los derrames petroleros, el desprendimiento de los glaciares, el deslave de Vargas

Que en paz descansen las almas de aquellos varguenses fallecidos en el deslave. Murieron en el acto. DIOS les salvó de morir lentamente en esta “playa de fieles del culto a la miseria, al mal vivir, a la delincuencia” instituida por los Castros, Chávez y Maduro para una “Alianza para el Retroceso”.



NELSON ROMERO DÍAZ
24 DE JUNIO DE 2019


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