sábado, 14 de diciembre de 2019


EL AÑO 2019. PRIMERA FASE.


Este artículo resultará bastante extenso como para ser leído de una sola corrida y ello es la razón para titularlo de esa manera tan particular. El 2019 es un año como cualquier otro. Durará 365 días, 12 meses. Su día central es el próximo martes 02 de julio y a partir de la siguiente fecha transcurrirá la otra mitad del año. Esto, tampoco es extraordinario; siempre se repite en los períodos de 365 días, vale decir, el centésimo octogésimo tercer (183º) día del año es cuando se divide en dos partes o mitades, solo cambia el día de la semana; el año pasado fue lunes.

Este fin de año, mejor dicho, este diciembre es el vigésimo aniversario de la tragedia del Estado Vargas. Sus fechas de ocurrencia, 14 y 15, marcan un antes y un después en la vida de los criollos y extranjeros residentes de este confín territorial. Cualquiera se puede preguntar: ¿Y por qué una división cronológica tan precisa con ambas fechas? Muchas son las razones y muchas más las consecuencias. Ordenaré los eventos ocurridos tal como las neuronas les vayan descubriendo en sus compartimientos. Así, entonces:

1.    Una cadena de televisión en la cual el Presidente Hugo Chávez Frías recalcaba, vehementemente, el compromiso o la obligatoriedad de asistir al referéndum al día siguiente para la aprobación o no, de la actual Constitución redactada por la Asamblea Constituyente de aquel entonces. Incluso, reforzó su argumento con las mismas palabras dichas por Bolívar a raíz del terremoto de Caracas en los tiempos de la Guerra de la Independencia.
2.    A la mañana siguiente, la masiva asistencia del pueblo a “oponerse a la naturaleza, luchar contra ella y hacer que le obedeciese”, respaldando así la convocatoria del Presidente. Es inolvidable la cara de un señor “asistiendo” a su mamá, en el acto de colocar el SI. Aquel día no hubo respeto al acto individual. En un aula podían estar presentes más de 5 personas al mismo tiempo. Al final, la votación era una selección simple: SI o No.
3.    Mi decisión de votar por la NO aprobación de la Carta Magna tal cual estaba redactada. Ello lo provocó la no consagración de manera clara, precisa y contundente de “LA FAMILIA”· como núcleo fundamental de la sociedad.
4.    Las condiciones atmosféricas adversas en todo el país para llevar a cabo el evento de consulta. Era una especie de “inconsolable llanto celestial”, quizás, anticipando el triste devenir de la patria de Bolívar. Había suficientes razones para diferirlo, pero hubo muchas más del interés del Presidente, y quien sabe de cuales otros, para no postergarlo.
5.    Los reportes diarios, vía medios de comunicación, de las listas de familiares y amigos cuyos relacionados presumían desaparecidos dada la magnitud de la tragedia.
6.    La mancomunidad de esfuerzos de la aviación privada y la Fuerza Aérea Venezolana para realizar el traslado de los “desamparados varguenses”.
7.    Las reiteradas vistas aéreas, posterior al fin de la tormenta, del “como” estaba el Litoral.
8.    La herida en la montaña como consecuencia del evento. Era una toma de cámara con un potente lente de acercamiento. Se veía el torrente de agua bajando por la falda norteña del Ávila, hoy, Waraira Repano y con él, la muerte, la destrucción, el abandono, las orfandades y las pérdidas materiales irreparables.
9.    El lodo derribando la cerca principal de uno de los edificios afectados por el evento meteorológico.
10. La imprecisa imagen del video enfocando una de las viviendas de la Urbanización “Los Corales”. Quien filma observó a una persona subiendo al tejado techo en un intento por salvarse y grabó el momento. Aparentemente, la víctima fue Pedro Padrón Panza, el de los Tiburones de La Guaira. Se observó cuando las casas se desplomaron por efecto del empuje de las turbulentas aguas mezclada con los materiales en suspensión y las inmensas rocas que serán postreras testigos mudos de aquella avalancha.
11. Un paisano arrastrado por las aguas.
12. El rescate de un niño previo al desplome de la pared donde se encontraba subido.
13. La cantidad innumerable de personas haciendo filas para ser trasladadas a lugares más seguros que aquel donde estaban.
14. Las fotografías de los edificios cortados por la avalancha de agua y lodo en las inmediaciones del canal trapecial que separa a Macuto de la Urbanización “Los Corales”.
15. Las dantescas escenas de Anare y poblados aledaños, nacidos en las márgenes de los cursos naturales de agua.
16. Una de las periodistas de Venevisión cubierta con barro hasta las rodillas haciendo un reportaje sobre el evento.
17.  El Gimnasio de las “Naciones Unidas” en la Urbanización “El Paraíso” de Caracas, lleno de accidentados y angustiados hombres, mujeres, niños acompañados de voluntarios. Estos brindaron apoyo psicológico por iniciativa de Defensa Civil.
18. El aeropuerto de “La Carlota” como base aérea para las operaciones de las naves de rescate y el tránsito de helicópteros y de personas.
19. Los buques de la Armada estadounidense esperando el cumplimiento del debido protocolo para desembarcar equipos y unidades de apoyo para la reconstrucción momentánea de las zonas afectadas. A esto se negó rotundamente el Presidente Hugo Chávez Frías.
20. La denuncia de los vecinos del área afectada de situaciones policiales nada agradables.

Son veinte recuerdos traídos al papel. Pudieran ser más, pero mis neuronas solo abrieron esos compartimientos. Tal como lo notan, es uno por cada año transcurrido desde entonces hasta ahora.

Evocarlos es patentizar sobre el papel la indolencia de un Estado, de un Gobierno, de un Régimen, para con la población nativa, con los deudos de las víctimas, con los sobrevivientes, con los residentes de aquellos años y, con el resto del mundo que donó cuantiosas sumas para recuperar el área.

La veintena de recuerdos es la consecuencia de un evento anormal. Pero también es la comprobación de “la obediencia debida a ciertos dictados” y, más concretamente, al contenido de la siguiente frase:
1.    “…LA NACIONALIZACIÓN SOCIALISTA, en primer lugar, liquida la propiedad capitalista sobre los principales medios de producción con lo que DESTRUYE la dominación económica de la burguesía…”

Indiferentes ante la imagen de un estado ruinoso que aun muestra, como trofeo o como símbolo, los edificios destrozados, los terrenos abandonados, las familias disgregadas, hay una exhibición impúdica de las “francachelas” de personeros del Régimen, a la par de confesiones de culpabilidad por sustracción de “irrisorios montos”, en dólares, de personeros de la anterior administración, la de Chávez.

Al retrotraer las primeras escenas dadas a conocer, se puede pensar que estas parecían ser premonitorias de las grandes desgracias futuras. Adicionalmente, dado el carácter o la sensación de querer demoler el “período político de vida democrática precedente” que imprimía la Nueva Carta Magna la gran mayoría no comprendió “aquel signo del tiempo”.
Fundamentados en el conocimiento sabido de las coincidencias ideológicas del recién electo Presidente de Venezuela con el Comandante Fidel Castro Ruz, se intuía “algo no muy santo” para esta nación; sobre todo, por la insistencia del llamado a votar en la fecha elegida previamente. Es verdad, pero pudo haberse pospuesto tomando en cuenta el dolor de millares de venezolanos. Fue insólita la NO suspensión, pero más desafortunada la decisión del pueblo de asistir a los centros de votación mientras otros miles de criollos perdían la vida ante la furia del evento atmosférico.

NELSON ROMERO DIAZ
17.06.019



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