CUATRO
EFE ES IGUAL
A DOBLE 4F
Nelson Romero Díaz
1° de febrero de 2014
Culminó
el primer doceavo del 2014. Próxima está la fecha calificada por algunos como
“épica”, la cual no deja de ser común a anteriores como la del golpe contra
Gallegos; el del 1° de enero del 58, la del Porteñazo con su foto premiada; la
del Barcelonazo; el Carupanazo; la del 27 de noviembre con todos sus muertos y
otras no sabidas, pero sospechadas. Como usted notará, distinguido lector,
todos esos eventos tienen un factor común y es: el militar. Y es que ellos han
usado las armas de la República para tratar cada cierto tiempo de imponer sus
maneras.
La
civilidad como expresión del Poder Civil Gobernante ha sido la “excepción de la
regla”, en este país. Uno no sabe si es el envanecimiento, probablemente aupado
en el pasado por civiles al calificarlos como herederos de la gesta de Bolívar,
lo que los hace sentirse como eternos “bateadores emergentes” sustitutos de los
civiles en la dirección del país.
El
país, la Patria, la República o la Nación, como mejor le parezca denominarla, se
presume eterna, pero sus pobladores, no. Tampoco lo son los sistemas económicos
ideados por las mentes de los hombres. Note que el comunismo incluyendo la
antesala socialista, son concepciones económicas de mediados del siglo XIX;
reconociendo que lo de la propiedad colectiva data desde los Espartanos. Por
otro lado, el capitalismo nace desde el mismo instante cuando el ser humano
necesita intercambiar bienes. En otros decires, el odiado capitalismo,
pareciera ser innato al hombre, aún para los que abrazan el comunismo porque de
lo contrario no se alimentan, ni visten, tampoco calzan y mucho menos, realizan
demás actividades.
Fundamentado
en la poquedad de la vida del hombre se
llega a la conclusión que la ocurrencia del 4 de febrero de 1992 es, o fue, un
evento desgraciado. Y lo es por lo cosechado a posteriori. ¿Qué tipo de
sociedad tenemos? ¿Cuál es la grandeza de nuestra economía? ¿Cuál es el futuro
del país? ¿Cuál son las mejoras nacionales? ¿En que hemos crecido para sentir
orgullo de esa fecha?
Cuando
se repasa la historia, la llamada “Patria Bonita” no pasa de ser una entidad
embargable. Si, embargable. Quienes la han administrado, les han malgastado innecesariamente
la vida a los venezolanos, en primer término, y a quienes desde otros confines
vinieron a convivir, a aportar conocimiento, a engrandecer este territorio. Ha
sido un escamoteo del tamaño del siglo debido al descalabro económico, social,
político, educacional, sanitario y el híper desarrollo de la actividad hamponil
en todas sus versiones provocado por estos “hijos de su Patria”. ¡A mí que no
me vengan a decir que si no me gusta, me vaya del país!
Es
verdad, también, que sin la oportunidad dada por la población a “estos maletas”
para administrar una riqueza, los naturales vecinos hubieran quedado con la
duda eterna de comprobar si el izquierdismo era tan “probo, solidario, vertical”
como juraban proponer en sus arengas anti sistema capitalista. Los resultados
están a la vista.
Habrá
un tsunami electoral que los borrará del mapa, si los nuevos administradores se
comportan como “verdaderos cuidadores de lo ajeno y no, aprovechadores de
ocasión”; claro, evento electoral de por medio, “sin cable submarino a Cuba”. Caso
contrario, es decir, si se llegasen a comportar similarmente a los actuales
“animadores” habrá que ponerle un candado al territorio y llamar a los
japoneses, tan faltos de territorio, o a los chinos, duchos en el hacer pasar
hambre a sus habitantes y en la “imposición del capitalismo salvaje”.
Los
menciono por las dificultades del aprendizaje de sus idiomas con lo cual su labor
de reconstrucción se les facilitaría ante el ´”país político”. Se tendría un “Plan
Yen Yuang Asiático” y san se acabó. Las generaciones de los siglos “sesenta,
setenta y ochenta” se lo agradecerían y a las obras de nuestros tiempos le
pondrían un cartelito: “Exprópiense y demuélanse por inservibles”.
Luego
de la anterior andanada de “chinazos” a las mentes de los lectores, falta,
entonces, una breve exposición sobre el origen del nombre del artículo.
Obviamente, no soy el animal político que puede ser cualquier otro militante de
la actividad, de esos que cambiaron sus profesiones por el ejercicio de la
política. Sin embargo, todas las cavilaciones, lecturas, opiniones, narraciones,
escritos, conversaciones privadas y demás “yerbas aromáticas” de la vida, me
conducen a concluir que el 4 de febrero tuvo dos versiones. Y pregunto: ¿Fue
verdad que Chávez no pudo llevar adelante su parte del “Ezequiel Zamora” o,
deliberadamente, no la ejecutó como debía? Particularmente, creo en lo último,
porque es más fácil ser “cabeza de ratón”, aún fracasado en la capital, que “cola
de león” triunfante en la provincia. Sus cinco minutos de fama, con las complicidades
de algunos, lo demostraron.
Ahora,
él está en pleno proceso de descomposición corporal y no tiene como defenderse.
De los otros comandantes, uno es gobernador del Zulia luego de “saltar
talanqueras hacia la derecha y hacia la izquierda”, otro, administra su finca,
según he leído, produciéndole más satisfacciones a él, a su familia, a sus
colaboradores, a los poblados cercanos y al país en vez de estar de “cabeza
caliente”, un tercero, falleció hace tiempo.
Lo
que Chávez encarnó en su momento para todos los votantes a su favor, incluidos
los ambiciosos de años posteriores, se contaminó con el tiempo. Si representó
el rescate de la ética, la moral y las supremas buenas costumbres; esto no fue
más que un sueño. Si llegó a representar el respeto a la institución militar
mancillada por los desvíos amorosos de Lusinchi con su Blanca y de Carlos
Andrés, hoy ese vilipendio supera con creces los anteriores. Si era la
pulcritud en el manejo de los Fondos Públicos, el Crédito de la República, los
empréstitos a los organismos de financiamiento Nacional e Internacional, lo
único que han hecho es darle la razón a Gonzalo Barrios cuando dijo que “no hay
razón para que el venezolano no robe”.
Como
venezolano, como ciudadano, como “ser político” no creí en Chávez. Me
sorprendieron algunas de sus iniciativas inaugurales, pero hubo conductas de su
gobierno demostrativas de mis sospechas que por cierto, las fui escribiendo en
las secciones “Cartas de El Nacional” y “Nuevas Firmas” a partir del año 2001. Eliminarles
a los venezolanos la transmisión por televisión de las carreras de caballos los
días domingo; pensar en el traslado de la Patria Potestad de los hijos al
Estado; tratar de imponer a Cuba como un modelo de sociedad a seguir, me
recordó el video de su juramento al “mar de la felicidad cubano”; regalar
equipos militares de fabricación estadounidense a Bolivia fue emular a Carlos
Andrés Pérez y su buque; intervenir solapadamente en los procesos eleccionarios
de otros países, fue tan reprochable como la “eterna” crítica de los izquierdistas
a los americanos por sus “visitas” a Granada y otros; atacar a los jerarcas de
la Iglesia Católica Venezolana no solo era desconocer la labor de esta en los
estratos menos favorecidos, sino que fue una vulgar imitación de Fidel Castro
en sus inicios; rechazar la ayuda estadounidense en la tragedia de Vargas,
demostró una descortesía inconmensurable. Hoy, esa zona criolla sigue dando lástima
y pena por haber dejado de ser lo que era y por no ser lo que todo su potencial
pronostica que debe ser.
¿Qué
hubo un once de abril u 11 A? Si. También hubo un doce y un trece. He ahí un
hecho demostrativo del menosprecio hacia el Poder Civil de la sociedad. Este,
representado por la suma de las voluntades de los ciudadanos marchantes por las
calles de Caracas en el ejercicio de sus derechos, fue minimizado. Solo “la
ambición que rompe el saco” dio por finiquitado el esfuerzo y por ende el de
futuras manifestaciones similares. Solo “la ambición que rompe el saco” devino
en este estado de cosas. ¿Serían los “ambiciosos” tácitos cómplices del
gobernante? Creo que de no haber ocurrido ese 11, y esos 12 y 13, el
venezolano, insisto, no hubiera resuelto la duda de si era o no, “To be or not
to be”, un gerente exitoso. El tiempo demostró que no.
En
15 años este grupo político izquierdistoide, pro marxista, filo Castro Ruz, ha
tenido un inmenso capital que ya un grupo de ciudadanos como los
costarricenses, hubiesen querido ser dotados; En 15 años, eso que se llama
“delincuencia y hampa común” ha crecido tan desproporcionadamente que ¡cuidado!
si la relación de esta población con respecto a la laboral es inmensamente
desproporcionada. Todavía más; la circulación de ciertas imágenes a color, inconcebibles
desde el punto de visto ético, nos revela la existencia de un cerco a la
población trabajadora por parte de dos grupos con “licencia para matar”, uno
más que otro, pero licenciados para ello. En 15 años se han promulgado tantas
Leyes y Reglamentos de ellas, Providencias, Decretos y más instrumentos
jurídicos que el venezolano deseado en enterarse de esos contenidos tendría una
dedicación de más de dos años, a tiempo completo, para leerlas, releerlas,
comprenderlas y en algunos casos resumir los extensísimos artículos. Pareciera
que la idea de estos legisladores es penalizar y paralizar a la gente productiva. ¿Será para disfrutar
del espectáculo brindado por los ciudadanos haciendo filas como en “su amado
paraíso cubano”, cual monos de un zoológico, para comprar una hoja de papel
tamaño carta en la cual fotocopiarían la cédula de identidad?
¡Venezuela
no es merecedora de esta hedionda agachada en la que está inmersa!
Nelson Romero Díaz
No hay comentarios:
Publicar un comentario