EXPECTATIVAS DEL 5E
Nelson
Romero Díaz
Los
planetas no han dejado de girar alrededor del sol ni la sangre ha detenido su
circulación vital por los vivos. La luna estuvo esplendorosa el 25 de diciembre
y la Natividad del Señor volvió a ser el evento principal en el corazón de
grandes y chicos. Las fábricas no se paralizaron en aquellos países donde se
tiene sentido de trascendencia para la subsistencia de sus ciudadanos y estos
no han dejado de pensar en la manera de incrementar el cumplimiento de sus deberes.
En
Venezuela, el 5 de enero se sembró en los pobladores como la fecha cuando el
estado de cosas cambiará de la noche a la mañana, como si todo fuera tan
instantáneo como el chasquido de los dedos. Evidentemente, esto no es real. Es
un anhelo, un deseo, pero tardará mucho. Hay que tener conciencia de lo que
somos: unos dependientes de la fortuna del subsuelo y no, hacedores de riqueza
laboral. ¡Claro! Ni tan calvo ni con dos pelucas, como dice el refrán.
Esa
“siembra” tiene una razón de ser y no es otra que el fastidio o hastío de los
pobladores causado por el continuo fracaso de una política económica iniciada
por Hugo Chávez a fuer de complacer a su
ídolo Fidel Castro. La lista detallada de los elementos de ese conjunto
universal es extensa y conocida por todos y mencionarla es, por demás una demasía
y por ello, onerosa para la cabida de las ideas en este trabajo.
Ahora
bien, las “maneras venezolanas, y de otros lares también, de hacer política” es
tender una cortina de descrédito sobre los anteriores miembros de un equipo de
gobierno, de su cuerpo legislativo y de su operador judicial. Descrédito, a
veces justificado y otras como integrante de la estrategia de acaparar la
atención sobre el “nuevo”. Lean, a continuación, la siguiente estratagema para
tener la razón: “Si el adversario, de
forma imprevista, se enfurece ante un argumento, hay que inisistir con ardor en
ese mismo argumento; no solo porque es ventajoso hacer que se encolerice, sino
porque se puede suponer que hemos tocado el flanco débil de su razonamiento y
se le puede acosar en este punto, más de lo que antes pensábamos”.
Recuerden la iracundia de Chávez cuando perdió el Revocatorio de la
modificación de la Constitución y la de Jorge Rodríguez con el reciente
resultado del 6D. En ambos casos, el venezolano actuó como “el gato de la casa”
que espera su “rata de cañería” para acabar con ella.
¿Qué
es lo esperado a partir del 5E? Una larga lista de necesidades no satisfechas,
pero solo incluiré las cinco consideradas por mí como primordiales. Estas son:
- Proponerse a legislar con
franqueza. Esto no es otra cosa cambiar, modificar, volver a redactar o
derogar, si es posible, todos aquellos instrumentos legislativos que se
convirtieron por obra y gracia de su redacción y contenido, en una camisa
de fuerza del quehacer fabril. Lo de la franqueza reside en la
transparencia del proceder. No es derogar, o lo que fuere, por derogar
sino exhibirle a la población los argumentos para hacerlo y explicar las
consecuencias futuras de continuar con la anterior forma.
- Determinar el tiempo que tardaran
los “criollitos actuales y futuros” en saldar las deudas públicas que han
comprometido la salud económica de la Nación. Conjuntamente con esto, debe
penalizarse con Cadena Perpetua, sin derecho a libertad condicional ni
reducción de la pena, a todos los funcionarios responsables de ese
desaguisado.
- Promover y consolidar el proceso
descentralizador detenido por las políticas de concentración pretendido
por Chávez, a imagen y semejanza de los procedimientos cubanos.
- Restituir el Escudo con el caballo
blanco galopando hacia adelante y no hacia atrás. La representación equina
corriendo en sentido inverso, habla de lo que en la “cabeza de sus
promotores y creadores” hay. Pensar que voltear la figura hacia la
izquierda simboliza el giro político ideológico de la población, es una
garrafal interpretación.
- Mantener por el lapso adecuado el
Pacto Institucional entre los partidos que forman la Mesa de la Unidad
Democrática, MUD. Comprendo a aquellos que argumenten que no somos
chilenos, pero el quiebre de ese Pacto motivará a quienes están afanados
por el poder, de centralizar la atención en ellos y de querer convertirse
en otros pseudosalvadores de la Patria.
La
situación para Venezuela no es fácil. Chávez en su convicción de creerse
predestinado a “independizar” al país, lo anarquizó; con sus imprudentes
declaraciones sobre la Justicia, los Jueces y las decisiones populares. Lo
anarquizó al seguir el modelo cubano de comprometer los recursos financieros de
la Nación para dar de comer a 30 millones de venezolanos, sin que estos
laboraran. Lo anarquizó, él y Maduro, al aceptar que ciertas funciones
comerciales de la vida civil fueran manejadas por militares, cuya preparación y
estudios fundamentales es la carrera militar, aun cuando se preparen en otras
disciplinas. Y párese de contar, no sin antes recordar que las últimas formas
de comercialización, están generando pobreza en la mayoría, enemistad entre
unos y otros, canibalismo e irrespeto, desencanto y propensión a tomar la
justicia por nuestras propias manos.
Los
nuevos legisladores tienen la palabra.
Concluyó
con una frase de Victor Hugo: “El deber tiene una gran similitud con la
felicidad de los demás”.
28-12-2015
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