martes, 8 de diciembre de 2015

LAS  SEIS  CARAS  DE  LA  DERROTA  DEL  6D


Cuando esto es escrito son las nueve y veinticinco de la mañana del día después; lunes 7 de diciembre. Hoy, es la víspera del día de la Inmaculada Concepción de María y del inicio del Jubileo de la Misericordia decretado por Francisco, el papa.

“La victoria tiene un centenar de padres, pero la derrota es huérfana”, es una frase pronunciada por el malogrado Presidente Kennedy. Ella se ha puesto de manifiesto en la madrugada de hoy. El Señor Nicolás Maduro, en su lamentable perorata puesta al aire en cadena un instante después de la alocución de la Licenciada Tibisay Lucena, lo ha demostrado patéticamente. Se califica de lamentable en atención a su contenido, aparentemente improvisado, lleno de retóricas frases alusivas a Chávez y de “ritornelos” de livianos pesos.

A lo largo de más de 50 años he convivido con el hecho político, militado en la fracción profesional de un partido; lector empedernido del acontecer ideológico y participante de los estudios necesarios para determinar en años pasados, 2001 al 2003, el rumbo ideológico y político del recién instalado gobierno. En esa ocasión, tres años después, la gente aún se babeaba por Chávez. Vivían idiotizados, incluyendo a sus opositores. Por lo tanto, he sido consistente con mi postura de oposición a este régimen.

A partir de este momento, hágase la idea de que tiene un volumen hexagonal cuya base es más ancha que la cara superior. En otras palabras, es una pirámide de base hexagonal, sin punta, en el ápice que se estrecha en la medida del aumento de su altura. Cada una de sus caras es contentiva, como un papiro, de un motivo los cuales mencionaré más adelante, sin extenderme en consideraciones en cada uno de esos aspectos, porque esto sería interminable, ilegible y fastidioso. Son ellos, a mi manera de comprender la política, las razones generadoras de que el ayer venezolano no fuese tan alegre para los “hijos, herederos y seguidores de Fidel, de Chávez, de Maduro, de Raúl y del resto de su corte, incluyendo al Capitán Diosdado Cabello”. Las atribuciones respectivas son:

PRIMERA CARA. El gobernante comete errores de diagnóstico con relación a los anhelos poblacionales. Cuando los venezolanos votaron por un cambio de protagonistas, sustituyendo a adecos y copeyanos por Chávez y otros, no era razón para la pretensión de cambiarle hasta la manera de ir al baño al venezolano.
SEGUNDA CARA. Las malas “juntas”. Hace 56 años, Fidel Castro fue una referencia válida como expresión de una propuesta de elevar la dignidad de un pueblo. En el 62, este, casi que se convierte en el interruptor detonador de la Tercera Guerra Mundial. En el 99, Chávez y su grupo tratan de convertirlo en un mito que ya había sido rechazado militar, política y espiritualmente. Con ninguno de los dos, la historia tendrá benevolencia.
TERCERA CARA. El irrespeto. Utilizar la necesidad material del venezolano como mecanismo de chantaje para la búsqueda del voto, no es nuevo; pero, cultivar, desarrollar y potenciar la mendicación disfrazada de lucha contra el gran capital distribuidor de alimentos es rebajar al criollo, a su mínima expresión. Tanta que exigieron fotos del voto so pena de separarlos de sus puestos de trabajo.
CUARTA CARA. El “antiyanquismo internacional”. Asociarse con países cuya cultura y tradiciones son extremadamente distintas a las nuestras y cuyas motivaciones antiestadounidenses no son parecidas, crearon en la población demasiadas incertidumbres acerca de la posibilidad de convertir al territorio venezolano en otro territorio sembrado de “cohetes balísticos intercontinentales”, como lo fue Cuba.
QUINTA CARA. La soberbia. Exhibida por Chávez en diferentes ocasiones y destacar una en particular: calificar como ¡MIERDA! la victoria del “pueblo soberano” cuando rechazó la modificación de la Constitución para hacerla igual a la de Cuba. No olviden aquella imagen de un Chavez emocionado con una medalla colgada de su cuello y de Fidel con la inscripción “VENECUBA”.
SEXTA CARA. La burla. Los venezolanos somos “jodedores” por antonomasia y eso es una cualidad que permitió resistir y convertir todas las “ex profesas expresiones de brutalidad intelectual emitidas por Chávez y Maduro” en chistes. Ellas generaron rechazo. La deshonra llegó hasta el punto de sentir pena a ajena al convertir a la institución armada profesional, defensora del territorio venezolano, en expendedor de víveres, verduras y demás bienes de consumo masivo aparte de “otras particularidades” indignas de mencionar, pero que descalificaron la dignidad de “los verdes olivas criollos”.

Hay más caras, pero todas las demás pueden formar parte de las anteriores. El tema es excesivamente largo y la pretensión es destacar algunos de los aspectos que originaron que 2 de cada 3 votantes, voltearan la tortilla de la composición de la Asamblea Nacional. Incluso el tema de la violación del sarcófago de Bolívar es otra cara. Cuidado si de tantas apariciones la pirámide hexagonal no se convierte en un dodecaedro.

Finalmente, como venezolano me alegra este giro de la composición parlamentaria. Me alegra, pero sin euforia, el resultado. Dejo para el cultivo de la reflexión dos proverbios de culturas milenarias: un chino: “las grandes almas tienen voluntades, las débiles tan solo deseos” y, uno árabe: “lo pasado ha huido, lo que esperas está ausente, pero el presente es tuyo”.



Nelson Romero Díaz

7 – 12 – 015 

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