domingo, 21 de julio de 2019


EL AÑO 2019. PRIMERA FASE.


Este artículo resultará bastante extenso como para ser leído de una sola corrida y ello es la razón para titularlo de esa manera tan particular. El 2019 es un año como cualquier otro. Durará 365 días, 12 meses. Su día central es el próximo martes 02 de julio y a partir de la siguiente fecha transcurrirá la otra mitad del año. Esto, tampoco es extraordinario; siempre se repite en los períodos de 365 días, vale decir, el centésimo octogésimo tercer (183º) día del año es cuando se divide en dos partes o mitades, solo cambia el día de la semana; el año pasado fue lunes.

Este fin de año, mejor dicho, este diciembre es el vigésimo aniversario de la tragedia del Estado Vargas. Sus fechas de ocurrencia, 14 y 15, marcan un antes y un después en la vida de los criollos y extranjeros residentes de este confín territorial. Cualquiera se puede preguntar: ¿Y por qué una división cronológica tan precisa con ambas fechas? Muchas son las razones y muchas más las consecuencias. Ordenaré los eventos ocurridos tal como las neuronas les vayan descubriendo en sus compartimientos. Así, entonces:

1.    Una cadena de televisión en la cual el Presidente Hugo Chávez Frías recalcaba, vehementemente, el compromiso o la obligatoriedad de asistir al referéndum al día siguiente para la aprobación o no, de la actual Constitución redactada por la Asamblea Constituyente de aquel entonces. Incluso, reforzó su argumento con las mismas palabras dichas por Bolívar a raíz del terremoto de Caracas en los tiempos de la Guerra de la Independencia.
2.    A la mañana siguiente, la masiva asistencia del pueblo a “oponerse a la naturaleza, luchar contra ella y hacer que le obedeciese”, respaldando así la convocatoria del Presidente. Es inolvidable la cara de un señor “asistiendo” a su mamá, en el acto de colocar el SI. Aquel día no hubo respeto al acto individual. En un aula podían estar presentes más de 5 personas al mismo tiempo. Al final, la votación era una selección simple: SI o No.
3.    Mi decisión de votar por la NO aprobación de la Carta Magna tal cual estaba redactada. Ello lo provocó la no consagración de manera clara, precisa y contundente de “LA FAMILIA”· como núcleo fundamental de la sociedad.
4.    Las condiciones atmosféricas adversas en todo el país para llevar a cabo el evento de consulta. Era una especie de “inconsolable llanto celestial”, quizás, anticipando el triste devenir de la patria de Bolívar. Había suficientes razones para diferirlo, pero hubo muchas más del interés del Presidente, y quien sabe de cuales otros, para no postergarlo.
5.    Los reportes diarios, vía medios de comunicación, de las listas de familiares y amigos cuyos relacionados presumían desaparecidos dada la magnitud de la tragedia.
6.    La mancomunidad de esfuerzos de la aviación privada y la Fuerza Aérea Venezolana para realizar el traslado de los “desamparados varguenses”.
7.    Las reiteradas vistas aéreas, posterior al fin de la tormenta, del “como” estaba el Litoral.
8.    La herida en la montaña como consecuencia del evento. Era una toma de cámara con un potente lente de acercamiento. Se veía el torrente de agua bajando por la falda norteña del Ávila, hoy, Waraira Repano y con él, la muerte, la destrucción, el abandono, las orfandades y las pérdidas materiales irreparables.
9.    El lodo derribando la cerca principal de uno de los edificios afectados por el evento meteorológico.
10. La imprecisa imagen del video enfocando una de las viviendas de la Urbanización “Los Corales”. Quien filma observó a una persona subiendo al tejado techo en un intento por salvarse y grabó el momento. Aparentemente, la víctima fue Pedro Padrón Panza, el de los Tiburones de La Guaira. Se observó cuando las casas se desplomaron por efecto del empuje de las turbulentas aguas mezclada con los materiales en suspensión y las inmensas rocas que serán postreras testigos mudos de aquella avalancha.
11. Un paisano arrastrado por las aguas.
12. El rescate de un niño previo al desplome de la pared donde se encontraba subido.
13. La cantidad innumerable de personas haciendo filas para ser trasladadas a lugares más seguros que aquel donde estaban.
14. Las fotografías de los edificios cortados por la avalancha de agua y lodo en las inmediaciones del canal trapecial que separa a Macuto de la Urbanización “Los Corales”.
15. Las dantescas escenas de Anare y poblados aledaños, nacidos en las márgenes de los cursos naturales de agua.
16. Una de las periodistas de Venevisión cubierta con barro hasta las rodillas haciendo un reportaje sobre el evento.
17.  El Gimnasio de las “Naciones Unidas” en la Urbanización “El Paraíso” de Caracas, lleno de accidentados y angustiados hombres, mujeres, niños acompañados de voluntarios. Estos brindaron apoyo psicológico por iniciativa de Defensa Civil.
18. El aeropuerto de “La Carlota” como base aérea para las operaciones de las naves de rescate y el tránsito de helicópteros y de personas.
19. Los buques de la Armada estadounidense esperando el cumplimiento del debido protocolo para desembarcar equipos y unidades de apoyo para la reconstrucción momentánea de las zonas afectadas. A esto se negó rotundamente el Presidente Hugo Chávez Frías.
20. La denuncia de los vecinos del área afectada de situaciones policiales nada agradables.

Son veinte recuerdos traídos al papel. Pudieran ser más, pero mis neuronas solo abrieron esos compartimientos. Tal como lo notan, es uno por cada año transcurrido desde entonces hasta ahora.

Evocarlos es patentizar sobre el papel la indolencia de un Estado, de un Gobierno, de un Régimen, para con la población nativa, con los deudos de las víctimas, con los sobrevivientes, con los residentes de aquellos años y, con el resto del mundo que donó cuantiosas sumas para recuperar el área.

La veintena de recuerdos es la consecuencia de un evento anormal. Pero también es la comprobación de “la obediencia debida a ciertos dictados” y, más concretamente, al contenido de la siguiente frase:
1.    “…LA NACIONALIZACIÓN SOCIALISTA, en primer lugar, liquida la propiedad capitalista sobre los principales medios de producción con lo que DESTRUYE la dominación económica de la burguesía…”

Indiferentes ante la imagen de un estado ruinoso que aun muestra, como trofeo o como símbolo, los edificios destrozados, los terrenos abandonados, las familias disgregadas, hay una exhibición impúdica de las “francachelas” de personeros del Régimen, a la par de confesiones de culpabilidad por sustracción de “irrisorios montos”, en dólares, de personeros de la anterior administración, la de Chávez.

Al retrotraer las primeras escenas dadas a conocer, se puede pensar que estas parecían ser premonitorias de las grandes desgracias futuras. Adicionalmente, dado el carácter o la sensación de querer demoler el “período político de vida democrática precedente” que imprimía la Nueva Carta Magna la gran mayoría no comprendió “aquel signo del tiempo”.
Fundamentados en el conocimiento sabido de las coincidencias ideológicas del recién electo Presidente de Venezuela con el Comandante Fidel Castro Ruz, se intuía “algo no muy santo” para esta nación; sobre todo, por la insistencia del llamado a votar en la fecha elegida previamente. Es verdad, pero pudo haberse pospuesto tomando en cuenta el dolor de millares de venezolanos. Fue insólita la NO suspensión, pero más desafortunada la decisión del pueblo de asistir a los centros de votación mientras otros miles de criollos perdían la vida ante la furia del evento atmosférico.

EL AÑO 2019. SEGUNDA FASE

Las horas pasan y la espera se hace angustiante. La vida se encarece en todos sus planos. El “sálvese quien pueda” está a la orden del día. Los servicios públicos son irregulares. El trabajo disminuye, pero las colas de vehículos para surtirse de combustible aumentan no solo en cantidad como variable de medida: “cola”, sino por el número de vehículos. Paralelamente, las filas de ancianos frente a las Instituciones financieras se hacen interminables para la obtención de míseros fajos de billetes. Igual ocurre en las instituciones donantes periódicas de un plato de comida para “calmar” el hambre de centenares de personas.

Venezuela es prácticamente un “país cuadripléjico” si el término médico, denominador de un defecto físico humano, es aplicable para describir su situación actual. Es un país cuyos habitantes de hace treinta (30) años soñaron con la efectiva descentralización administrativa del mismo con la idea de desarrollar la Provincia conforme a sus potencialidades, a su gente, a sus posibilidades. Tal sueño fue convertido en añicos por el propio ídolo de las mayorías: Hugo Chávez Frías, quien, emulando a Fidel Castro y ordenando a un Ministro de Planificación alineado con las ideas marxistas, le aplicaron “una regresión” a todo lo avanzado en durante los años de la democracia y le denominaron “desconcentración”. Con esa y otras decisiones centralizadas en Caracas convirtieron a la capital de la República en un infierno y ¡ojo! Con la anuencia del “pueblo soberano”.
Eran tiempos de fantasía, de idolatría por todo cuanto dijera, hiciera, opinara, manifestara Chávez presidente sin caer en la cuenta de que cada aplauso se convertía en un cheque en blanco para destruir el Estado venezolano. Con el tiempo, la fantasía revolucionaria lo pasó a identificar como el “Comandante Presidente Supremo”. ¿Es casualidad?

Venezuela es una nación cuyo territorio “le ha sido donado” a las fuerzas del mal hacer, del mal proceder, del mal estar. Así se colabora con los planes de la “anti bondad”. Una facción de antidemocracia del vecindario toma para sí, zonas donde ella ejerce la autoridad por encima de la local en combinación con cierta pasividad de quienes están obligados a imponer, por Ley, la soberanía territorial. Al contingente local, la superioridad jerárquica les instruyó no impedirles su libre tránsito. ¿Recuerdan el contenido uno de los discursos en el Hemiciclo acerca del “carácter democrático” de la lucha armada de otra facción?

El mundo sucumbe ante el consumo de drogas. La cocaína, como mercancía, es un medio de enriquecimiento veloz, oferente de oportunidades para la adquisición de bienes de altísimo costo que el sueldo mensual no lo facilita. Pero al país, o a quien le corresponda, “no parece interesarle la suerte de millones de personas”. Las “voces” nos informaron, hace años, de la íntima relación de esas facciones “anti bondad” con el negocio de la droga. Alguien vende para comprar armas para luchas contra el “establishment” y la burguesía para imponer su ideología de pensamiento único y totalitarismo funcional, a costa de la salud de la población.

En la mente de los viejos cuadragenarios de 20 años atrás están grabadas las escenas dramáticas de los niños de Biafra y de otros países africanos, de su famélica estampa, de su impavidez motora ante el acoso de las moscas en sus rostros. Probablemente, en Venezuela, existan casos similares, pero, ¡ojalá! deben ser muy contados y, a lo mejor, se hayan ocultados. Se debe entender que la dignidad humana se merece el respeto que, en ocasiones, los propios seres no se dan. No me refiero a los famélicos que ni energía tienen para pensar.

Venezuela tiene futuro, es verdad. Venezuela tiene riquezas minerales, es verdad. Venezuela tiene potencial, es verdad. Tiene una juventud emigrante y otro contingente establecido hace años en otros lares, porque el régimen político ideológico imperante en estas dos décadas le cercena su natural crecimiento intelectual, profesional, social, económico y político dentro de su propio ámbito territorial. Es incomprensible lo sucedido. A veces es explicativo el origen de lo actual, pero otras tantas, no lo es. ¿Será porque nos falta DIOS? O ¿Por qué la borrachera de dinero generó el marginamiento de sus dictados y fue desechado como si fuera un trasto viejo?



EL AÑO 2019. TERCERA FASE

Enumerar. Registrar. Documentar. Contabilizar. Acopiar. Son verbos que, concatenadamente “forman un plan”, un procedimiento. Hágase un ejercicio mental, por ejemplo, con la construcción de una edificación.
¿Qué se enumera? La cantidad de terrenos donde ella pueda ser erigida en atención a los dictados de la Ordenanza de Zonificación Urbana Local o los dictados de los planes nacionales o los criterios generales existentes en esa materia.
¿Qué se registra? Las características más importantes de cada uno de esos lotes, como lo son: superficie o forma: área, extensión o cabida; topografía, servicios y otros detalles tales como: ubicación, vías de acceso, vecindario.
¿Qué se documenta? Todo lo relacionado con el potencial inmueble a desarrollar. De esta manera se tiene: el nombre de quien ejerce los derechos de propiedad, los planes de la ciudad para ampliación de calles, aceras y áreas verdes, todo lo establecido en la respectiva ordenanza con respecto al uso específico del terreno y los costos de construcción y financiamiento de estos.
¿Qué se contabiliza? Varios renglones entre los cuales están los costos de adquisición, de transmisión de la propiedad, de estudios y proyectos, de permiserías, de financiamiento, de construcción para quien tiene la idea de invertir y construir.
¿Qué se acopia? Todo lo verdaderamente necesario para la materialización de un proyecto.

Venezuela es una víctima de un proceso similar ¿Contradictorio porque uno es destruir y el otro es construir? Lamentablemente, la memoria de algunos está vacía de contenido; otros aseguran que su “memoria es corta”. No recuerdan muchas cosas y eso es una de las debilidades de nuestro conglomerado ¿Podría decirse que no tenemos historia? ¿Es válido afirmar que nuestra Historia es, acaso, la comprendida entre la llegada de Colón y la Batalla de Carabobo o es, solo, la detallada descripción de los parques militares de los bandos en pugna en cada una de las batallas de la Independencia? O ¿Ella nunca existió sino a partir de la aparición de ciertas personas?
Una sociedad que desconozca la historia tiende a repetirla. Por eso, aquel venezolano amante de la fuerza bruta, adorador de los tiempos del “se podía vivir y dormir con las puertas abiertas” porque el gobierno de Pérez Jiménez le protegía, cayó en la trampa de una ocasional frase: “por ahora”, impulsora de la candidatura del único fracasado del golpe militar del 4 de febrero de 1992, pero con una circunstancia a su favor: estar en la capital sede del poder comunicacional del país. Esta lo elevó a la categoría de héroe. En esa ocasión sus palabras fueron impecables frente a las cámaras; sembró lo que luego cosecharía: el favor de las mayorías. Como contraposición no se debe olvidar la sesión Extraordinaria del Congreso y el contenido de los discursos de Caldera, Isturiz y el de David Morales Bello.

Una sociedad desconocedora de la historia propia y de la de otros países, reitera a su manera los errores de otras colectividades. Sin ánimo de inmiscuirme en las decisiones políticas de otras nacionalidades, el venezolano olvidó experiencias latinoamericanas de elecciones de “salvadores de las patrias”, “emparejadores sociales”, “repartidores de la riqueza de los pueblos”, “militronches convertidos en presidentes de períodos que la gente ya no quiere ni acordarse”. Y esto es un problema de origen educacional, cultural en los pueblos. Rememórense estos nombres: Salvador Allende; Juan Domingo Perón y su Evita, Carlos Andrés Pérez en su primer lustro, el General Videla, el “otro General”, Manuel Noriega, los Comandantes Fidel Castro, su emulador Hugo Chávez y Daniel Ortega.

La pregunta es: ¿Por qué la similitud del proceso destructivo del país con el proceso constructivo de una edificación?

EL AÑO 2019. CUARTA FASE

La anterior pregunta puede tener varias respuestas. Si fuera mi propósito, esta fase sería el prólogo de dos o tres más, lo cual no es la idea. Aquello del probable fastidio generado por la repetición de argumentos e ideas expuestas con anterioridad, tanto las propias como la de otros opinadores, se debe tener en cuenta para aligerar la carga del contenido de los escritos. No escurro el bulto. Estoy intentando sintetizar en pocas palabras, veinticinco (25) años de enumeraciones; registros; documentaciones; contabilizaciones y acopios. Lo haré con esta interrogante ¿Leyó alguna vez las siguientes transcripciones?

1.    “La conquista del PODER por la CLASE OBRERA es solo el comienzo de la revolución proletaria, en que el PODER SE UTILIZA como palanca para reestructurar la vieja economía y organizar otra nueva”.
2.    “El período de transición abarca toda una época histórica, durante la cual se transforman radicalmente todas las relaciones sociales, se DESTRUYE LA VIEJA BASE, la BASE CAPITALISTA, y se crea otra nueva, la BASE SOCIALISTA que garantiza el desarrollo de las fuerzas productivas, necesarias para EL TRIUNFO DEL SOCIALISMO”.
3.    En la lucha contra las tradiciones de la PROPIEDAD PRIVADA y contra la influencia de la BURGUESÍA se REEDUCAN las masas pequeñoburguesas y todo el pueblo en el espíritu socialista”.

Las anteriores ideas forman parte de una obra sobre Economía Política. En ella se comparan los dos sistemas económicos en pugna: el socialismo liderado por la Unión de Repúblicas Socialistas Soviéticas (URSS), encabezada por Rusia en la fecha de la publicación del libro y el capitalismo, representado por los Estados Unidos de Norteamérica. Ahora, si es su gusto regrese a las transcripciones. Note lo resaltado en negrillas y compare con las vivencias de los años recientes y continúe leyendo, por favor.

La clase obrera conquistó el PODER mediante una jornada electoral ya sabida, con sus candidatos y resultados. El actual Presidente de la República es una ficha de la clase obrera por haber trabajado como conductor de vehículos de transporte público. Antes de ocupar el actual cargo, fue a un entrenamiento en Cuba durante el ejercicio del cargo de Ministro de Relaciones Exteriores.

¿Recuerda Usted que en los primeros años del gobierno de Chávez se dictó una sentencia del TSJ con ponencia del Magistrado Delgado Ocando en la cual se declaraba que la Constitución aprobada en el año 1999 estaba en una etapa de transición? Si lo recuerda, comprenderá entonces porque no ha avanzado, pero si se ha retrasado el país. Se está en un larguísimo “período de destrucción de la llamada base capitalista”, incluyendo al capital humano cuya edad superó los 40 años durante este período.
¿Recuerda aquel evento televisivo en el cual Chávez aparecía “impartiendo conocimientos” a unos niños en presencia del entonces Ministro de Educación, el profesor Aristóbulo Isturiz y “el error” gramatical del verbo Adquirir en esa transmisión televisiva?
Aquello no fue una casualidad. Se quería demostrar que el sistema democrático no es el adecuado para educar al proletariado y nadie mejor que el Presidente para demostrarlo, sobre todo porque él era un producto de ese sistema.

En fin, es “demasiada extensa” la memoria acumulada para transcribir. Son demasiadas las preguntas para responder. Son demasiadas las cuartillas escritas y revisadas, leídas y reflexionadas sobre el asunto. Son demasiadas las frustraciones acumuladas por este conglomerado social venezolano. Son cantidades inmensas de adioses en el interior de los dormitorios de papás y mamás, de esposas y esposos, de amigos y colegas. Son prolongadas las filas de “hambrientos de esperanza”, de “hambrientos de pan nuestro de cada día”. Son lentas y burocráticas las gestiones a realizar en los organismos públicos para avanzar en el progreso.

EL AÑO 2019. ÚLTIMA FASE

Es evidente que, en este documento falta tela por cortar, pero también faltan otras cavilaciones y expresiones de otro orden acerca del “modo de vida del venezolano del siglo XXI”. Todas ellas como resultado de un proceso político ideológico planeado detalladamente para virar a la Nación hacia una economía en principio socialista, pero cuya etapa final es el comunismo.

La América incrustada en el globo terráqueo desde el Estrecho de Bering hasta el Cabo de Hornos es predominantemente de habla hispana. Solo Canadá, Estados Unidos y Brasil son de un habla distinto al español. Los latinoamericanos surgen de un proceso de “conquista”, mientras que los gigantes norteños, excepto México, surgen de una colonización con claras diferencias al latinoamericano. En los latinos la idea del “hombre todopoderoso” permanece en los genes, como una marca indeleble. Si no es uno, son grupos de ellos y así surgen los hombres de “cachucha” como se ha percibido. Los latinos no son ganados a establecer por las vías del aprendizaje, las “diferencias conceptuales entre las ideologías de lo que significa el mandato”.

Venezuela es un país relativamente joven, con unos intermitentes lapsos de “asentamiento político ideológico”. Se ha pasado por las manos del mando militar, más del tiempo que del civil. Pero es el civil quien no termina de imponerse sobre el militar. Probablemente ocurre por la creencia de la gente de que los civiles no tienen carácter, fuerza, don de mando y, por el contrario, los militares si la cargan encima o ¿será tal vez que nos falta un gen?

Se vivieron cuarenta años (40 a) de democracia no cuidados en los últimos 10 años. Sobre este sistema de gobierno siempre pendió una espada de Damocles: la constante amenaza de la Revolución Cubana al mando de Fidel Castro. Siempre hubo un “atentado” contra la vida democrática, fuera por la afinidad de militantes de partidos políticos con el Comunismo Internacional, fuera por la creencia de la existencia de una deuda eterna con los militares por haber librado batallas para consolidar la Independencia. Siempre hubo una “envidia” por la suerte de vivir de la explotación petrolera y de los altos precios del “oro negro” generados por cualquier conflicto bélico en el Medio Oriente. A la par, los asiáticos comenzaron a “independizarse educacional, tecnológica e industrialmente sin perder la esencia de sus tradiciones”, mientras Latinoamérica se debatía entre la “igualdad social impuesta” o el crecimiento de sus particulares economías. Y cada nación ubicada entre la margen sur del Rio Bravo y el Cabo de Hornos tiene su karma.

Lo sembrado en el pasado, se cosecha en el futuro. Una golosina del mercado mundial del petróleo por la “Guerra de los 7 días” abrió las compuertas para una “borrachera de dinero” para el cual no se estaba preparado. Era el primer período de Carlos Andrés Pérez, el del slogan publicitario: “ese hombre si camina” y se supo, al término de su mandato, de un “país hipotecado”. Con el correr de los años se inició el debilitamiento continuo del poder adquisitivo de la moneda de curso legal, el bolívar. Con el correr de los años, la “conchupancia” entre factores de los partidos políticos para NO sancionar severamente los actos de corrupción se hizo evidente. Con el correr de los años, los favoritismos mellaron paulatinamente la credibilidad de las instituciones y exponenciaron la desconfianza en el sistema electoral, político y económico de la Nación. Todo se sabe, es verdad.

Lo que nunca se supo, también es verdad, es que el comportamiento de la sociedad civil venezolana en todos sus estamentos fue sigilosamente auditado por los rivales del sistema de partidos. A partir de ahí, las instituciones fueron progresivamente desmanteladas y la “comunidad de intereses de ocasión” crecieron aceleradamente. Los agentes del NO partidismo encontraron nichos de promoción estelar en los medios y el país se endeudó hasta la coronilla.
El primer intento de corregir los defectos acumulados por los gobiernos encabezados por gente de la generación del 28 fue abatido por una ola de saqueos, el 28 y 29 de febrero de 1989. Casualmente, “una revuelta popular independiente” como aquella no se ha vuelto a general aun cuando los motivos son similares: aumentos desmedidos del costo de la vida. Conduce a deducir, entonces, que no fue un movimiento de masas espontáneo. Fue cronológicamente cronometrado.
De allí en adelante, todos conocen la Historia.

La propuesta chavista jurada a Fidel Castro en el Teatro de La Habana de llevar a Venezuela al “mar cubano de la felicidad” se cumple cronométricamente. Son veinte años (20 a) jugando con cartas escondidas. Son dos décadas de “venganza” por no haber adoptado el comunismo como esencia política cuando Fidel le pidió a Rómulo Betancourt, Presidente de la República, recursos monetarios para la exportación de la Revolución Cubana. Son doscientos cuarenta (240) meses imponiendo una forma de pobreza superada por otros países. Son siete mil trescientos cinco días (7.305 d) reiterando el mismo discurso sobre las “culpas del imperialismo estadounidense”. Es el mismo LP que escuché cuando era estudiante de Secundaria en la década de los ’60; estudiante universitario de los ’70; profesional de la Ingeniería Civil de los ’70, ’80, ’90 y del siglo XXI. Y el progreso de la Patria va en los lomos del caballo blanco del Escudo Nacional, pero corriendo hacia atrás o en sentido contrario al original.

Cualquier Nación trasciende el tiempo finito del hombre. Hay hombres constructivos y, también los hay destructivos. La historia de los países es la registrada por cronistas e historiadores que la irán contando y recordando.
Destruir una forma de vida política llena de imperfecciones, como todas las obras de los humanos, para imponer otra que “se inventaría hasta lograr la perfección” es entrar en el edificio de la Historia, pero por la puerta de atrás. También es una demostración de una severa falta de análisis lógico y someter a una sociedad a un proceso permanentemente incierto.
Imagínese la destrucción del “modo Venezuela” para que el nuevo se asemeje al “modo Cuba”, lleva veinte años (20 a) y no ha concluido. Calcule cuánto tiempo más puede durar la construcción de ese “incierto socialismo del siglo XXI”.

Hoy en día, es materialmente imposible recorrer las calles de los pueblos, las avenidas de la ciudad, la autopista que enlaza una ciudad con otra. Comunicarse con los familiares residentes en otras latitudes está vedado para los venezolanos. Utilizar el servicio de la internet es una odisea, implica esclavizarse a la herramienta hasta tanto la señal sea la adecuada para ver “si el gallo puso”. Tener servicio continuo de electricidad es otra hazaña, sobre todo porque el “racionamiento impuesto” denota irrespeto para con la población. Trasladarse en transporte público es una aventura; los de los entes oficiales están dañados y las tarifas del servicio privado solo sirven si se paga con billetes de 500 BsS. El servicio de agua potable es deficiente en la provincia y se privilegia el suministro del vital líquido mediante camiones cisternas.

En síntesis, la revolución bolivariana es en esencia, el socialismo del siglo XXI prometido por Chávez que los venezolanos compraron. Esta promesa me recuerda tanto el argumento “de los espejitos ofrecidos por los conquistadores españoles a los indios venezolanos” que, realmente es difícil, cuesta arriba, decidir cuál de los dos es la mayor estafa, el mayor engaño.

Los varguenses dejarán de ser varguenses para ser guaireños. A partir, de la aprobación y puesta en vigencia del cambio de nombre, los civiles dejaran de recordar que el nombre de su estado honraba al primer presidente civil, quien además era médico para recordar que un militar propuso un cambio de nombre al estado que hace veinte años perdió a muchos de sus habitantes
En la próxima centuria, Chávez y Maduro como cabezas visibilizadas de este régimen serán recordados como los “individuos” cuyo fanatismo conformaron un “monstruo destructivo” muchísimo mayor y más dañino que la acumulación de plástico en los mares, los derrames petroleros, el desprendimiento de los glaciares, el deslave de Vargas

Que en paz descansen las almas de aquellos varguenses fallecidos en el deslave. Murieron en el acto. DIOS les salvó de morir lentamente en esta “playa de fieles del culto a la miseria, al mal vivir, a la delincuencia” instituida por los Castros, Chávez y Maduro para una Alianza para el Retroceso.

Nelson Romero Díaz
24 de junio de 2019

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